Hace varios meses comencé a interesarme en la neurociencia o mejor dicho, en la genética del comportamiento (behavioural genetics/genomics) para ser más precisos. Lo anterior gracias a una serie de ensayos publicados en la revista Nature, en los cuales mencionaban preguntas en las que he estado interesado desde hace mucho.
En sí, la descripción de este grupo de ensayos, bajo la etiqueta de "Being Human", es la siguiente:
Why do we behave in the way that we do? This series of Essays reveals how the latest research is altering our understanding of what it is to be human. Whether in relation to religion or to our collective behaviour in cities, experts explore the potential impact on society, now and in the future, of discoveries in psychology, anthropology, genetics, neuroscience, game theory and network engineering. Nature, 2009En un ensayo de esta serie, titulado "Love: Neuroscience reveals all", el autor menciona una idea particularmente interesante aunque ciertamente no innovadora:
"reducing love to its component parts helps us to understand human sexuality, and may lead to drugs that enhance or diminish our love for another.(...) recent advances in the biology of pair bonding mean it won't be long before an unscrupulous suitor could slip a pharmaceutical 'love potion' in our drink. And if they did, would we care? After all, love is insanity."(Young, 2009)
Una idea que desde tiempos remotos ha estado en la cabeza de los humanos, una poción de amor, que nos ayude a superar los desamores o nos ayude a conseguir el mismo.
Lo anterior es tan solo una introducción a un video que acabo de ver hace poco de una serie llamada "Imaginantes" que se encuentra relacionado con este tipo de "poción", el cual pongo a continuación:
"El fantasma del abandono crea por sí solo su propia realidad"